¿Hacemos lo que queremos hacer o hacemos aquello que esperan que hagamos?
Imagina que eres una persona que por lo general es enérgica y sonríe con mucha frecuencia, pero un día particular está muy triste. Si fueses esa persona, ¿te permitirías estar triste aunque lo que esperan de ti es buen rollo y risas?
Algo que suelo escuchar mucho es lo siguiente: ‘Yo lo que quiero es ser yo misma/o”. Pero lo que somos, ¿no está influenciado por lo que quieren nuestros padres, amigas/os, parejas, jefes… que seamos? ¿Es evitable que nos influya lo que esperan de nosotras/os?
Cada persona ha construido en su mente cómo debería comportarse su familia, su pareja, sus amigas/os, cómo debería ser su trabajo, qué sería lo mejor para hacer en su tiempo libre, etc. Tenemos la creencia en nuestra cabeza de cómo debería ser nuestra vida.
¿Qué ocurre si decidimos no comportarnos como se supone que esperan que nos comportemos? Quizás nos comprendan, quizás decepcionemos a personas importantes para nosotras/os, quizás cambia nuestra relación con ellas/os.
La típica frase que seguro que habéis escuchado/dicho bastantes veces ‘No esperes nada de nadie’, ¿es posible vivir sin expectativas?
Considero que es muy difícil no esperar algo de alguien, acabamos creando expectativas de las personas que nos rodean. Sin embargo, sí creo que es muy importante comprender y aceptar que las personas tienen derecho a no corresponder a aquello que esperamos de ellas. Y este derecho también es aplicable a nosotras/os mismas/os.